lunes, 27 de diciembre de 2010

FIN DE AÑO

Estamos en los últimos días del año 2010, y por este motivo las personas, las familias y toda la sociedad se hace una "evaluación" de lo que ha sido este año que ya se va. Los acontecimientos vividos, nuevamente se hacen presente en la vida de la gente. Para algunos el año ha resultado positivo, para otros, regular, y par otros malo.

En lo personal, la evaluación, puede ser objetiva-o-subjetiva. si es objetiva, la evaluación será fidedigna al que la da, porque en ella se mostrará con espíritu de verdad lo vivido aquellos momentos que marcaron su vida. Si es subjetiva, la evaluación será como no darle valor a los acontecimientos que se vivieron. 

Lo mismo, sucederá en la familia. En la familia siempre quedan impresos aquellos acontecimientos que marcaron la vida como familia. Acontecimientos, como el nacimiento de un hijo (a), la enfermedad de algún miembro familiar que produjo inquietud y sufrimiento. El témino de los estudios, o el término de los estudios universitarios de algún hijo, o de un hermano. O quizás la muerte de algún familiar muy querido. O tal vez la cesatía de algún familiar. Estos son acontecimientos que van marcando la vida en forma imborrable.

Otros acontecimientos son los espirituales como son: "un bautismo, una confirmación, un matrimonio, o la primera comunión de algún hijo pequeño, o también las exequias de un familiar.

La sociedad también se hace una evaluación que mira a los grandes acontecimientos que los han afectado. País en crisis, conflictos políticos y religiosos, tensiones con países vecinos, terremotos, los abusos de poder y de injusticia, y muchos otros son los acontecimientos que van marcado positivamente o negativamente a los sociedades, que las pueden llevar a quebrantar la ética moral, tanto de las personas, familias y sociedad toda. No debemos olvidar, que una persona concruente con su forma de ser. Una familia que vive y actúa como centro en una sociedad, puede ser el germen de una sociedad que se identifica como tal. No olvidemos tambien: "una buena familia, hace buena una sociedad. Pero, una mala familia, hace también mala una sociedad.

Pero, también es cierto, que tanto la persona, como la familia y sociedad, al llegar a un nuevo año, ponemos en el tiempo futuro toda nuestra esperanza, que será mejor que el año que se va. Los hombres, somos hombres de esperanzas, aunque algunos dicen: "Todo tiempo fue mejor". Pero esto no tiene ningún asidero, porque el mundo desde sus principios, en su caminar por la historia a avanzado rogresivamente hacia un mundo mejor. Por lo tanto, seamos hombres y mujeres positivos, es decir, creyentes que si avanzamos con espíritu de buscar el bien común, podremos entrar a un mundo mucho mejor, porque este mundo debemos construirlo entre todos. Y al abrazarnos el último día de este año, hagamóslo con respeto, cariño y buenos deseos. Si se acuerdan de alguien tiene algo contra otro, perdónense mutuamente haciendose el propósito de comenzar siempre una nueva comunión donde cada uno ponga lo mejor de sí mismo para que valoricen lo que significa ser "imagen y semejanza de Dios". "Felíz año y próspero año nuevo 2011" son los deseos sinceros de un hermano, a su hermano en la fe. 

jueves, 23 de diciembre de 2010

HERMANOS Y HERMANAS ¡FELÍZ NAVIDAD! 2010.

Estamos en el mes de diciembre, y cercanos a la "Navidad", es decir, de conmemorar el Nacimiento de Jesús, que ya viene. Podríamos decir, que es una fiesta, sólo para católicos, porque su origen se eleva a los principios del cristianismo. Pero lo cierto, es que este acontecimiento divino, no es ni ha sido solo para una parte de los hombres, sino que Dios invita a todos los hombres a participar de esta salvación a la cual todos somos invitados, en la Persona del Hijo de Dios, que para estar con todos los hombres se encarnó en las entrañas de una joven virgen, llamada María.Él quiso asumir esta condición siendo un hombre verdadero, en medio de los hombres

Pero lo cierto es, que tantos cristianos y no cristianos, pierden el sentido de su fe e identidad cuando se vuelcan y se dejan llevar por una ola gigante que los lleva a empaparse con el ser de este mundo. La fiesta de Navidad es una fiesta de alegría sana de fe y esperanza en ese niño que nace y viene a "Transformar" la vida de los hombres, especialmente los más pobres y necesitados de la liberación que Dios les ofrece.

El afán de los regalos, el satisfacer el deseo de los familiares y amigos, se hace un imperativo muy urgente para quedar bien con todos. Algunos que no cuentan con los medios (dinero) para cumplir con el compromiso que ellos mismos se han auto-impuesto, y como no tienen con que, se endeudan o piden algún préstamo para satisfacer ese deseo sin medida que les a aprisionado su corazón y voluntad.

Si compran con deudas,o piden un préstamo, estarán por mucho tiempo preocupados por pagar, sin contar que los intereses pueden ser muy altos.Sin pensar, que va a pasar si se quedan sin trabajo o ocurre alguna necesidad imprevista.

Los cristianos, en esta fecha tan importante para la fe cristiana, queda relegada y muchas veces olvidada a causa de lo más arriba dicho. En vez de preocuparse de estar con sus familias y vivir en un ambiente fraterno donde prime el respeto y el amor de unos por los otros, nos dejamos influenciar por las corrientes del pensamiento libertino. Y Jesús, el centro de todo, queda al margen o oculto en algún rincón oscuro de nuestras casas.
Y lo curioso es, que cuando hay una verdadera preocupación personal o familiar, por causa de una enfermedad o una cesantía, son los primeros que claman a Dios, para que los ayude a salir de eso que los preocupa y los angustia, porque no saben lo que puede suceder. Ahí Dios, tiene que estar a su disposición para que los ayude y los auxilie. ¿Pero, ellos? no están ni ahí, porque, nunca creyeron de verdad, y nunca se sintieron  unidos al Señor.

Hoy es tiempo de "cambiar" y de creer en ese niño que nace del amor infinito de Dios su Padre y nuestro Padre. Hoy es cuando debemos aprender a caminar con ese niño, para que brote en nosotros la fe, el amor y la esperanza, que anhelamos sobre todo alcanzar la salvación que se nos ofrece en ese Niño Divino. Que nace, para la salvación de todos los hombres, "los de ayer, los del mañana y, de los del futuro", porque todos los hombres estamos llamados a creer para salvarnos.

                                                    Tu hermano en Cristo.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿PORQUE, HAY HOMBRES QUE NO HAN CREIDO EN JESÚS?

En tiempos de Jesús, había una gran división en lo referente a creer o no creer en Jesús. Las opiniones estaban divididas, porque algunos viendo y escuchando a Jesús, habían creído profundamente en él. En cambio los otros habiéndole visto y escuchado, habían desconfiado en él y de su palabra, y por esa razón, lo habían rechazado, porque no habían podido comprender su "Mensaje". Consideraron a Jesús como un blasfemo y un loco. O quizás entendieron que su mensaje, era una utopía, es decir, era irrelizable lo que el manifestaba con su ensenanza.

Los otros, los que habían comprendido su "Mensaje" se habían dado cuenta que la sabiduría de su enseñanza, no era topía, porque ellos sí se habían dado cuenta que en ese hombre llamado Jesús, estaba Dios presente, y la sabiduría del Espíritu Santo, estaba con él. Algunos decían: "Habla como el que tiene autoridad" es decir, lo que querían decir, era que Jesús sabía lo que decía, porque el sabía donde venía.

¿Por qué, entonces sucede, que para algunos ver y escuchar a Jesús, ha significado tener una visión distinta sobre la vida y los otros no?. Pienso que aquí está la diferencia de unos y otros. Los primeros que vieron y escucharon a Jesús se autoconvencieron que en el no había doble standart de vida, él hacía lo que decía y enseñaba, Jesús, no disociaba la vida de la fe y, ni la fe de la vida. Jesús no era como el cura gatica, que predica y no practica. Porque en él, estaba la "Vida y la Verdad".

Los otros vieron igual a Jesús, y también oyeron lo que él decía y enseñaba. Pero estaban como ciegos y sordos. Ellos querían "ver" a Jesús, haciendo "milagros" para creer en él. Pero Jesús nunca hizo un milagro delante de ellos, porque no tenían, fe. Entonces al cerrar sus corazones para creer en Jesús, manifestaban su odiosidad por Jesús, porque no querían que él los salvara.

¿Cuántas veces Jesús, dijo a los que le escuchaban: "El que crea, no andará en tinieblas, sino en la luz". El que escucha mis palabras y las pone en práctica, es como el hombre prudente que edifica su casa sobre la roca. Porque aunque la azoten los vientos y las lluvias, no caerá, porque está cimentada sobre la roca. Pero el que escucha estas palabras y no las práctica, es como el hombre inprudente que edificó su casa sobre la arena. (Mateo 7,21-29)

Bienaventurados, sean aquellos que han creído que Jesús es el Hijo de Dios, porque siempre estarán en la "gracia" de Dios que salva y sana, porque de ellos y de los que son como ellos, es el "Reino de los Cielos, porque siempre tuvieron los ojos y los oídos abiertos para ver y escuchar.

Y los otros, siguien ciegos y sordos para ver, "quién es Jesús", y Jesús siguie pregúntarnos: "¿Quién dicen ustedes, que soy yo". Y también, Jesús nos advierte: "Estén preparados, porque no saben el día y la hora en que vendrá a buscarnos. Así como en este tiempo de Adviento, cantamos: "¡Ven, Señor Jesús!". Así también debemos preparararnos para su segunda venida. "Qué así, sea"

                               Tu hermano en la fe. 

martes, 21 de diciembre de 2010

¿QUÉ ES LA NAVIDAD? ¿Y PORQUE SE CELEBRA?

Siempre que llega el mes de diciembre el mundo se convulciona de tal manera, que se hace imposible conprender que sentido tiene la celebración de la Navidad para el mundo católico y para el mundo secular.
Para los católicos, la Navidad es motivo de mucha expectación porque en ella se "conmemora el Naciemiento de Jesucristo el Hijo de Dios.
Y por tal motivo, los cristianos han establecido un tiempo de preparación para celebrar con dignidad y respeto, lo que es la esperanza de todos los hombres y mujeres que han buscado el sentido de sus existencias y que hoy estando en el siglo XXI, seguimos buscando la respuesta sobre nuestro existir.
Para los cristianos católicos tanto de la Iglesia Occidental como Oriental, la Navidad es el comienzo de nuestro caminar con la "LUZ" que es Cristo. Por esto, todos los creyentes nos preparamos para celebrar el gozo de la Navidad, con el tiempo que llamamos: "Adviento".
Este tiempo es para vivirlo con un espíritu abierto al que "Viene" en el nombre de Dios, para restaurar la comunión de Dios con los hombres. En consecuencia, Jesus el "Enviado" es el que reconcilia a Dios con los hombres y a los hombres entre sí.

Adviento es el tiempo de "prepararse" a este encuentro con Jesús que nace de una mujer pura y sin pecado por la gracia misma de Dios.Este tiempo es para reflexionarlo y meditarlo desde lo más profundo de nuestro corazón. Mirar, cómo a sido nuestra relación con el "Dios de la vida" y reconocer con humildad nuestras faltas y pedir al Señor que sea misericordioso con nuestras debilidades y caídas.
Los cuatro domingos de Adviento, las lecturas proclamadas, si queremos "oír" nos  acercan al que viene, al Hijo de Dios que nace para quedarse con nosotros. Dios es un Dios de Amor, y antes que Dios, es un Padre rico en misericordia por nosotros sus hijos, porque Él quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Y el conocimiento de esta verdad está en Jesús, como "CAMINO, VERDAD Y VIDA". Los que le siguien no andan en tinieblas sino que caminan con la luz que es Cristo.

Entonces, ¿cómo debemos entender la Navidad? La Navidad debemos entenderla con un corazón abierto a Jesús el enviado de Padre que nace en un pesebre pobre y destinado a animales. Tener un espíritu de agradecimiento por nuestro propio nacimiento como una gracia de amor de Dios con nosotros. Dar gracias a Dios por habernos desarrollado como personas y miembros de una familia donde se vive de amor a la manera de la "Sagrada Familia". Tener el espíritu dispuesto para agradecer por haber sido salvados y por nuestra pertenencia de ser hijos de Dios por el sacramento del Bautismo. Que nos hizo hijos de Dios, hermanos de Jesucristo y miembros vivos de la Iglesia. Entender así la Navidad, es comprender que Dios está en nosotros, y nosotros en Dios.

Cuando el 24 de diciembre, estemos reunidos como comunidad que celebra alborozada el Nacimiento de Jesús, pidámosle al Señor, que vaya con nosotros hasta nuestras casas para encontrarnos con nuestras familias y juntos celebremos la Navidad. Dios con nosotros y nosotros con Dios.

¡Felices! sean todos ustedes mis hermanos en el Señor, en esta nueva Navidad, en que celebramos con júbilo "esta conmemoración del Nacimiento de Jesús, que quiere encarnarse en todos los hombres, para cantar alborozados el canto de "Gloria" que los ángeles le cantaron al recién nacido:

                                       ¡Gloria a Dios en el cielo!
                          Y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. 

domingo, 5 de diciembre de 2010

GRACIAS POR LA LUZ

Hermanos en Cristo Jesús. Hoy deseo escribir sobre el título de este blog, llamado: GRACIAS POR LA LUZ". Nombre sugerido por una reflexión de luz, que el Señor me dio de su gracia iluminadora para elegir este nombre que invoca a todos los que somos seguidores y discípulos de Jesús y su Iglesia.

Jesús, nos ha dicho que somos "LUZ Y SAL" de la tierra. ¿Pero para qué? Para iluminar a los que andan en las tinieblas y, no saben por donde van. Los cristianos estamos llamados a ser: "LUZ" del mundo, es decir estamos constituidos por el mismo Señor, para ser sus "testigos" y "portavoces de su Palabra". Si miramos y observamos como está el mundo. Podemos "ver" las grandes dificultades que tenemos para entendernos y comprendernos sin conocer lo que nos está efectándo como sociedad humana. Muchas veces nos quejamos del mundo, pero es también,  porque no sabemos que hacer frente a tantas dificultades de supervivencia y de entendimiento.

La pregunta es: ¿Qué podemos hacer como cristianos y miembros de una sociedad que ha perdido el ser de su destino? Si queremos, podemos hacer mucho por cambiar este mundo que fue creado por Dios, y que "vio que todo era bueno", y que el hombre por su afán de sentirse dios, lo ha corrompido y se ha corrompido.

Nosotros tenemos la "Luz de Cristo", somos la "luz de Cristo". Salgamos entonces a anunciar el "Mensaje de la Buena Nueva" y demosle sabor al mundo y la vida de los hombres nuestros hermanos, porque sólo Dios puede cambiar este mundo de miserias y transformarlo en el "Plan original de Dios".

Busquemos juntos este querer de Dios nuestro Padre, quien en su infinita bondad y misericordia nos ha revestido de su "Gracia" con sus dones y karismas. Tengamos siempre presente dos cosas fundamentales en nuestra fe y esperanza: "Para Dios nada es imposible, y la promesa de Jesús, que él estará siempre con nosotros.

Luz y Sal de la tierra. Por eso es que he titulado este blog, con el nombre: "Gracias por la Luz". Tu hermano en Cristo. Hasta la próxima.  

¿QUE PASA EN EL MUNDO, QUE LA HUMANIDAD NO HACE EL BIEN QUE QUIERE SINO EL MAL QUE NO QUIERE

Los miembros de la sociedad humana compuesta por hombres, mujeres, jóvenes y niños, llamados a vivir en la unidad y comunión para vivir el bien común, y para alcanzar el bien que Dios a dispuesto para todos ellos. Vemos con gran preocupación como la humanidad ha ido perdiendo la noción de sí misma y de su existir, como por ejemplo: ¿Por qué, existo? ¿Para qué, vivo? ¿Por qué, sufro? ¿Por qué, muero? ¿Cuál es mi fin?

Estas preguntas interrogativas del hombre, han sido siempre del hombre de ayer, de hoy y de siempre. Y lo será seguramente el de todas las generaciones del futuro. Para poder responder a estas preguntas, el hombre ha buscado incansablemente respuesta que lo dejen tranquilo frente a su vida.

El hombre ha interrogado al espacio, a la naturaleza. Mira al cielo y extiende su mirada sobre toda la tierra, pero no ha encontrado respuesta. Dirige su atención a las ciencias filosóficas y médicas y a tantas otras, pero no encuentra la respuesta. Por que tanto el Cosmos, como la Naturaleza no han podido darle la respuesta tan hanciada en su ser interior.

Lo cierto es, que tanto el cosmos,la naturaleza o las ciencias, no pueden darle una respuesta, porque todo tiene el mismo origen o génesis, es decir, sólo Dios, es la verdad y, sólo Dios tiene la respuesta única sobre el fin de la humanidad.

El hombre, creado a imagen y semejanza de Dios, fue perdiendo el sentido de su origen y, por lo cual había sido creado. Dios había hecho un pacto con el hombre, que debía ser respetada por ambas partes. Es decir, por la "palabra dada".

Dios se comprometía a cuidar y proteger al hombre, y el hombre se comprometía a cumplir con "fidelidad" este pacto. Hasta aquí, todo estaba bien, porque la relación entre Dios y el hombre, era de una perfecta comun-unión.

Pero esta promesa de fidelidad de parte del hombre, se rompió, porque el hombre pecó, y su pecado rompio esta unión y comunión con Dios su Creador.

Todos los critianos, sabemos que este pecado fue el pecado de la "desobediencia", es decir, el "Pecado Original, el primer pecado, por eso se llama original.

El pecado cometido por la primera pareja humana: "Adán y Eva", es el pecado que se ido transmitiendo de generación en generación. A partir de este primer pecado, todos los hombres nacidos de un hombre y una mujer, llevan consigo este pecado de nacimiento, que solo por una gracia muy especialisima de Dios se nos borra dejándonos limpios y puros. La gracia de la "fe" y el "Bautismo" que Dios en su infinita bondad y misericordia nos ha regalado, para que de nuevo alcancemos su gracia salvadora que nos ha dado por medio de su Único Hijo, nuestro Señor Jesucristo.

Cristo murió crucificado por causa de nuestros pecados y por la dureza del corazón de quienes lo condenaron. Pero Dios su Padre lo resucitó como lo habían anunciado por medio de las Sagradas Escrituras.

Lo cierto es que muchos hablan que la humanidad pasada era mejor que la presente, pero no es cierto, porque en todas las épocas han habido muchos problemas de origen políticos y religiosos que han puesto en peligro la estavilidad de la humanidad. Esto comienza a partir de la oraganización de las naciones y de la pujante civilización emergente.

División entre ricos y pobres, que han conllevado" "esclavitud, sufrimientos, miserías, crímenes, violencia y muerte. Abusos de los países más ricos y poderosos que han despojado de sus riquezas a los países más pequeños y débiles.Todo esto, a causas de los abusos, del poder, del orgullo y la soberbia de una minoría que se han sentido los "bienaventurados de Dios", porque todo lo tienen. No así los pobres, o los nacidos con deficiencias mentales y físicas, que desde el pasado se consideraban "castigados por Dios".

La historia anterior y posterior de Jesucristo está jalonada de acontecimientos y catástrofes que han sumido en la desesperación a los nada tenían tenían que ver, con las ambiciones desmedidas de unos pocos.

Emperadores, reyes, dictadores, caudillos tanto de lado como del otro, no han trepidado en hacer guerras, invadiendo a otros pueblos, en inferioridad de fuerzas y, masacrando pueblos enteros sin distinción de hombres, mujeres, jóvenes o niños. Además que eran despojados de todos sus bienes como trofeos de guerra. Lo que hacía que esos pueblos vivieran en la miseria más degradante por haber sido despojados especialmente de su respeto y dignidad humana.

Nuestro tiempo, también se caracteriza por esos abusos e injusticias: guerras, despojos, violencia, y muerte, ¿a causa de qué? A causa de lo mismo: los poderosos que no sólo quieren despojar a los pobres, sino de humillarlos, y de quitarles el derecho a la vida y la justicia.

VISIÓN OBJETIVA SOBRE LA IGLESIA

Hermanos en Cristo. Este tema: "Visión objetiva sobre la Iglesia" está dirigida a las relaciones: "Jerarquía-Laicos". En efecto, la Iglesia tanto del pasado como la del presente, se ha caracterizado por la separación entre la Jerarquía y laicos. Digo esto porque en mi larga vida eclesial, he visto y he palpado esta diferencia abismante entre las funciones de unos y de otros.

Esta falta de comunión, ha dejado en claro que en la Iglesia hay como dos iglesias, la jirárquica y la de los laicos, aunque a lo largo del tiempo se han hecho grandes esfuerzos para un acercamiento y realizar una tarea común por el bien de toda la Iglesia.

A veces da la impresión, de verdaderos acercamientos y distribución en las tareas comunes. Y otras veces, vemos como que se ahondan esas diferencias de separaciones. Ahora veamos lo que realmente quiso Jesús al instituir su Iglesia. No la Iglesia de Pedro o de Pablo, ni la de las jerarquías. Sino la Iglesia de Jesucristo.

Cuando se habla de "Iglesia" se suele decir: Iglesia jerárquica-Iglesia de los fieles". ¿Acaso Jesús instituyó dos iglesias? o ¿instituyó una sola Iglesia?. La verdad única, es que Jesús instituyó una sola Iglesia. Cuando Jesús le pregunta a sus discípulos: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?" Pedro contestó: "Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo." A lo que Jesús le replicó: "Feliz eres Simón Barjona, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi  Padre que está en los Cielos. Yahora yo te digo: "Tú eres Pedro (o sea Piedra), y sobre esta  piedra edificaré mi Iglesia; y los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo (Mateo 16, 15-19).

Ahora bien, en la Iglesia de nuestro tiempo, a partir del Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965) se pensó que las relaciones entre los cristianos de la Iglesia, iban a ser más equitativas y más cercanas entre sí, y por el hecho de haber definido en el Concilio "Que todos los cristianos éramos Iglesia".

Pero, en la realidad esto no cambió, y se mantuvo una Iglesia dividida entre sí. En mi experiencia como cristiano , no sólo veo una Iglesia dividida en dos grupos, aunque aparentemente se vea una sola, sino que llego a observar como cuatro realidades dentro de ella: "Los consagrados, por el sacramento del Orden; otro es el de los relgiosos (as); otro el de los laicos y el cuarto, al que yo denomino, "los del amén".

Los primeros, es decir, los consagrados, son los llamados "Jerárquicos", como son el Papa, Cardenales, Arzobispos, Obispos, Sacerdones y Diáconos. Toda esta Jerarquía, tiene el poder y autoridad en la toma de decisiones referente al quehacer de toda la Iglesia.

Los segundos, son los llamados "Religiosos (as) o Congregaciones que viven su vocación y su fe, en grupos o en comunidades y que están sujetos a un Superior o Superiora. Estas comunidades pueden ser consultadas, pero no tienen poder para tomar decisiones.

El tercer grupo, el de los Laicos, llamados "consagrados" porque asumen algún servicio pastoral o de conducción en parroquias o capillas, y que también están llamados a coordinar, y en forma extraordinaria algunos servicios "ministerios": Catequitas, lectores, acólitos, servicio para presidir en forma extraordinaria tanto el bautismo y matrimonio, distribuir la Comunión dentro de la celebración Eucarística y la Comunión a los enfermos.

Finalmente, está el grupo mayoritario de los "Fieles". Estos fieles, no tienen niguna toma de decisión de de orden. Sólo son llamados "bautizados y miembros fieles de la Iglesia, que tienen carácter por el Sacramento del Bautismo, la condición de "Sacerdote, Profeta y Rey", pero que no saben como ejercerlo porque no lo entienden.

Estos "Fieles pasivos", es decir, son aquellos que van con regularidad a las celebraciones de las Misas dominicales, peregrinaciones y también en los funerales por los difuntos. (Exequias)

Sobre estos cristianos se podría decir mucho respecto a su pasividad y su falta de compromiso con su fe en el Señor y su Iglesia.. Pero sólo digamos que estos nunca se interesaron por ser evangelizados, o porque nunca se sintieron llamados por Dios.
Lo que se debería agregar es, que estos nunca se han sentido plenamente identificados con Jesucristo y su Iglesia. Aunque, también podríamos decir a favor de ellos, es que nunca vieron a la Iglesia interesarse por ellos. Ecepto, en casos puntuales. Pero lo cierto es nunca se encontraron con cristianos verdaderamente comprometidos y verdaderos evangelizadores.
Recuerdo, que una vez preparado una misión en una Villa, unas familias nos dijeron: "Al fin la Iglesia se acordó de nosotros".

Lo cierto es que nadie puede llegar a ser un buen cristiano, sino es llamado para ser evangelizado y para tener una verdadera conversión y un compromiso eclesial.

Lo único cierto y verdadero es que los ojos de Dios, todos somos iguales en dignidad y derecho, porque uno es el Señor, y todos vivimos de la misma fe y esperanza, y todos hemos sido bautizados en esa misma fe. Debemos entender que el Bautismo, nos ha hecho hijos de Dios, y hermanos de Jesucristo en el Espíritu Santo.

En la Iglesia todos somos iguales, aunque en ella se den diferentes funciones, "gracias, o dones" y servicios. Deberíamos decir, entonces: "que todos los cristianos hemos recibido de Dios la calidad de hijos suyos, y que cada cristiano tiene una palabra que decir de su Padre Celestial a los demás.

Lo que debemos tener claro, es que nadie puede atribuirse el ser dueño de la verdad, porque la "VERDAD" no está en uno solo, sino que la verdad se hace y construye entre todos los hijos de Dios. Debemos saber, que Dios no es mezquino, y que sus bienes no se los da a unos pocos, sino que Él los reparte entre todos sus hijos los hombres.

Al creyente le viene esa dignidad de Dios mismo, quién nos creó a su "imagen y semejanza" en su Espíritu y Verdad. Por lo tanto no puede haber cristianos de primera, o segunda, o tercera, o cuarta categoría.

Lo importante, es saber reconocer la legítima diversidad de dones y servicios que el Espíritu distribuye para el servicio de la "comunidad", y para que esta crezca y se desarrolle según el designio y querer de Dios para todos los hombres.

De la Iglesia en sí, nadie es dueño. Ya el Señor, les decía a sus discípulos: "Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones, actúan como dictadores, y los que ocupan cargos abusan de su autoridad". (Pero, muchos que tienen cargo o alguna autoridad sobre los demás, no hacen caso de las palabras de Jesús) que dice: "Pero no debe ser así entre ustedes. Por el contrario, el que quiera ser el más importante entre ustedes, debe hacerse el servidor de todos, y el que quiera ser el primero, será en servidor de todos.

Sepan que el Hijo del Hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar la vida como rescate por una gran muchedumbre. (Marcos 10, 42-45).

Es cierto que toda institución necesita un orden para que todo funcione, es decir, un oreden administrativo que lleve a cabo los objetivos que esa institución requiere para servir. Pero ésta, no puede hacerse en forma arbitraria, sino respetando a los demás por su condición de miembros de esa institución.

Ya San Pablo, al hacer una comparación de la Iglesia con un cuerpo, decía: "Aunque las partes del cuerpo son muchas, pero el cuerpo uno solo. Así también Cristo. Todos hemos sido bautizados en el único Espíritu para que formemos un solo cuerpo, ya fuéramos judíos, o griegos, esclavos o libres (1Corintios 12,12-30.) (Recomiendo leer todo el capítulo12 para comprender el sentido de la comparación.

La verdad es que nadie puede decirle a otro: "a ti no te necesito" porque nadie puede suplir a los demás, porque tanto en que conduce, como el que barre el templo y hace el aseo, son importantes para que el cuerpo instituido funcione para todos..

Un solo miembro no basta para formar un solo cuerpo, sino que hacen falta muchos otros. Supongan que diga el pie: "No soy mano, y por lo tanto yo no soy del cuerpo". No por eso deja de ser del cuerpo. O también, que la oreja diga: "Ya que no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿cómo podríamos oír? Y si todo el cuerpo fuera oído, cómo podríamos oler?

Dios ha dispuesto los diversos miembros colocando cada uno el cuerpo como ha querido, porque así a sido su beneplácito y su voluntad desde el principio. En la diversidad, San Pablo añade: ¿Acaso son todos Apóstoles? ¿son todos Profetas?, ¿son todos Maestros?, ¿pueden todos hacer milagros, curar enfermos, hablar lenguas o explicar lo que se dijo en lenguas?.

Ustedes con todo aspiren a los dones y carismas más elevados, y yo quisiera mostrarles un camino que los supere a todos. Esta es la comparación que podríamos tomar para nuestra Iglesia que también es un cuerpo, y donde cada miembro pueda realizar un servicio distinto de los otros y para el buen común de todo el "Cuerpo Míticode Cristo".

En nuestra Iglesia, nadie puede atribuirse ser el más importante que los demás. El Obispo, sólo, no podría realizar su "acción pastoral" si no pudiera contar con un consejo que pudiera realizar esas tareas y que lo pudieran asesorar.

Por eso, el Obispo para realizar su "pastoreo" en su territorio juridiccional, debe nombrar "ayudantes". Para esto nombra sacerdotes como "Vicarios Episcopales", Decanos, Párrocos y Diáconos.
Pero frente a la gran multitud de cristianos que quedan sin servicio eclesial, llama, e invita a todos los cristianos a participar al interior y exterior de su territorio a su cargo. Estos llamados, son los "Laicos" que van prestando servicios al pueblo de Dios en aquellos lugares que no pueden llegar los consagrados.

Por esto es importante tomar en cuenta a todos los demás. Saber y aceptar si alguno falta para que la labor no se corte y quede inconclusa. De allí, la importancia tanto del que preside como del que ejerce funciones inferiores desde el punto espiritual y humano, porque para Dios es así.

Por esto nadie puede considerarse mayor o más importante que los demás, como decía Jesús a sus discípulos: "¡el que quiera ser más importante, que se haga el último, haciéndose el servidor de todos".

Para que esto pueda ser posible esta realidad utópica para muchos, necesitamos "empaparnos del amor de Cristo", y vivir en plenitud su amor y misericordia. Ser humildes para reconocer nuestras debilidades y defectos.  San Pablo, al conocimiento de Cristo, decía: "No soy yo en que vive, si no que es Cristo quien vive en mí.

Hasta pronto.